lunes, 22 de julio de 2019

Encierros







En el pequeño espacio que nos alberga nos abrazamos

desnudos. Algunos se sientan con la vista en otra parte

y el pensamiento así, dando vueltas como un papel, una hoja, o un niño

solito a la hora de la siesta, el gesto mustio.

¿Alguien habló alguna vez con una cucaracha?

Le pidió acaso que relate las historias del averno

su pertenencia demiúrgica al reino de la tierra…

¿Alguien ha perdido algo que no recuerda?

un sueño, un recuerdo, una miga de pan

algo parecido a un beso.

Son formas de esconderse en el muro

como la arena, la cal o el cemento,

hundirse

con el párpado abierto a otro abrazo

sin que nadie lo advierta

y tengamos que habitar los escombros.


Gonzalo Vaca Narvaja

Repeticiones






Lo ha visto cien veces:
el temor abraza
y devora
sin milagros
la espera
de aromas conocidos.
Lo ha visto cien veces:
apretar las rodillas con las manos,
hundir el rostro en el pecho.
Acostarse al borde de la cama
con terror a las paredes
en el hueco profundo
de un gesto
contra el piso.

Lo ha visto una y cien veces
en las cuerdas rotas del cuerpo.

El mundo
en su traje de nylon
al fondo oscuro del cesto.
Un basurero.

El golpe, un golpe
un sonoro y maligno golpe
en las catedrales de la muerte.

Leer del horóscopo
los inútiles signos.

Una vela
y el incendio.

Mirar la muerte por la mirilla
de una puerta sin llave.

Verla bailar en silencio
sobre las baldosas mojadas
de mi patio
cuando un perro arrastra
la sombra de mi padre.


Quisiera otro destino
un territorio,
otra esfera
un caramelo,
el mundo más ligero.

Que esa lengua no se pegue a mi lengua.



Gonzalo Vaca Narvaja