martes, 27 de junio de 2017

Libro INEQUIDAD DE LA NOCHE

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lo perdido

Cuando se pierde el amor nada queda. Son palabras las que intentan mantener reunido lo fragmentado. Funciona de esa manera. Se desconoce a quién ha convivido durante meses o años. Es un otro desconocido, distinto, y las más de las veces aborrecido. También los recuerdos, al menos en el primer tiempo, se diluyen. Y se dice que el amor no existe y que es fruto de una debilidad y de un engaño.
En la política, como en la economía, cuando se pierde el amor, se deja de creer en el otro y se vuelve distante, necesitado y pobre.
Cuando se pierde el amor se pierde el mundo. Su magia y su potencia. Y se deambula por la tierra sin otro motivo que el propio y sin otro pensamiento que el inútil.
Cuando se pierda el amor definitivamente, dejaremos de ser lo que somos y no podrá sobrevivir la razón pura a la profunda tristeza de lo perdido.
En mi país existe un presidente que no ama y aunque diga una y otra vez yo sé que a sus palabras le falta algo tan simple como el amor.
No hay amor en quienes lo acompañan, ni en aquellos que lo cubren. Tampoco en la oposición, porque tampoco aman. Ni en los sindicalistas, ni en los empresarios, ni en los propietarios de la riqueza de la tierra, ni en los periodistas, súbditos de las empresas, porque tampoco aman.

Cuando se pierde el amor se pierde el mundo y todo da igual.


Gonzalo Vaca Narvaja

la noche

VII


He escrito a través del tiempo
la misma palabra
una y mil veces.

He intentado
escudriñar el silencio de la semilla
en su potencia escondida.
La fragilidad ingenua del brote.
Y ha sido inútil.
La herida
que se abre con el día
trae en secreto
el pensamiento de la noche.

Gonzalo Vaca Narvaja

lo bello

V


Correctas son las flores
las lunáticas flores de lo bello.
En este mundo de cactus
y espinas,
de lánguidas muertes
y silencios,
nada queda
que no se nombre huesos.
Entre sueños,
he lamido el zapato del miedo,
y roto mil veces las medias
entre los dedos.
Me han molestado todas las piedras
y hartado las voces de los cencerros.
Creo que la palabra
vive en el silencio.
Correctos son los poemas
los lunáticos poemas de lo bello.

la fruta

IV


Se ha  perdido el mundo
en el bolsillo inútil de las monedas de diez centavos.
Se han perdido los pájaros,
y el insectuoso ruido
de la madera en el árbol viejo.
Añoro tu voz
entre dos escoceses sin hielo
-en eso soy como mi padre-
Al final, alejaré de mi boca
la acritud de un pensamiento,
y una garganta áspera
de mal aliento
será la fruta madura de este tiempo.


Gonzalo Vaca Narvaja

Frívolo

III



Amo a esta mujer imposible.
Un pensamiento de mujer, claro.
Un pensamiento.
Un bucle femenino y salvaje
vulgar y fatídico,
que me danza con grandes senos
en la superficie gránitica
del museo de los skeiters.


Gonzalo Vaca Narvaja

meta vino

II




Guardo el corazón en una uva.
En su diminuto tamaño
nace el futuro
que arderá en mi voz
cuando se cierre el cielo
y la mujer de carnosa boca
vuelque su vida
sobre este carretero cuerpo.
Anglosajón soy
reptil de charco
y mendigo.

Un pato en el  río Suquía
me recuerda la bisección de las ranas
y lo inútil de la ciencia.
Hoy sé
que las escobas no vuelan
y que un corazón naufrago

se ahoga en el manso vino.


Gonzalo Vaca Narvaja

El gran facho

Los viejos fascistas
lavan sus culpas en las iglesias
y se sacan los dientes para nombrar las esquinas…
un derechista
se inmola de alegría.
Finalmente
el mundo se parece ese hombre.


Gonzalo Vaca Narvaja

La palabra vida

-III-


Te quiero junto a mi cuerpo
con aquello que me falta
y sobra.
Te quiero diestra y presurosa
empujando mi sexo
con la ansiedad propia del tiempo.
Te quiero en las ruinas
de los bosques arrasados,
entre el silbido de las bombas
y del hambre certificando la avaricia.
Te quiero aquí
sobre mi cuerpo
con la noche galopando entre las piernas
a la espera de ese estallido
capaz de refundar el mundo
con la palabra vida.


Gonzalo Vaca Narvaja

Mal pensamiento

-I-


Alrededor del mundo
el hambre
y la guerra clavan
su locura,
un trazo sin voz,
sobre la piel
de la vergüenza.
La voz es la sangre
de un cuerpo vulnerado.
¿Puede la luz desollarse en la noche
sin matices?
Enmudezco.
Alguien a lo lejos celebra
el abismo acontecido.
La humanidad es un sueño
casi un mal pensamiento.


Gonzalo Vaca Narvaja